No existen los límites.
Sólo existen los que la mente puede imaginar. Pero esos límites los dibujamos sobre un lienzo en blanco donde en realidad, in natura, no hay ninguna limitación. El amor es todo lo que existe.
Somos amor, venimos del amor, vamos al amor. El amor no tiene ningún límite. El amor hace crecer todo y es infinitamente creativo. Es la eterna creatividad, ilimitada abundancia, no hay nada que se le parezca ni nada que se le oponga. Eso también es llamado Dios. El amor todo lo puede.
La mente humana le pone límites al amor, y por lo mismo estamos en este planeta. Porque aún vemos límites. Materializamos lo que creemos, y juntos todos formamos un mundo de visiones e ilusiones.
somos una luz radiante, pura expansión. En esencia amamos todo, absolutamente todo. Pero tenemos demonios que creamos y les atribuimos un poder, la magnitud de ese poder está dado por cuanta "fe" tenemos en ellos. El miedo.... el miedo es terrible mientras más estemos convencidos del objeto de nuestro miedo... El sentimiento de inferioridad, más nos opaca y nos limita nuestro actuar y sentir mientras más poder le damos. La envidia... más nos hace daño mientras más sentimos que otros son o tienen lo que nosotros no merecemos. Todas estas ignorancias se dan porque nos OLVIDAMOS de quienes eramos. Si nosotros tuviéramos claro de la luz que somos, de que TODO y todos gozamos de esta misma luz y amor, de exactamente la misma esencia, no sentiríamos ninguna de estas cosas.
El máximo egocentrismo en la vida es la preocupación. Preocuparse por algo, angustiarse por cualquier cosa es una forma de egocentrismo dañino porque pensar "porque yo" "como yo soluciono esto" "porque me pasa esto a mi" es ilógico. Somos todos parte de una sinfonía, estamos coordinados por una fuerza TODOS y nadie queda fuera. Todos somos tocados por la misma fuerza, por el mismo movimiento. El amor nos incita a "dejarnos fluir", CONFIAR con toda la certeza en que la misma fuerza que mantiene a todo el planeta, que hace que el sol salga, que la luna salga, es la misma fuerza que nos ayuda a nosotros, que nos mantiene vivos y que nos sostiene donde estamos. El preocuparse es igual de ridículo que una planta por ejemplo estuviera preocupada porque no hay suficiente lluvia, o porque la planta del lado la polinizó una abeja y a ella le tocan puras mariposas... y en el pino hicieron un nido y en ella no hacen nidos... o que se preocupe por si el próximo invierno va a haber suficiente lluvia.... y que por qué no creció en otra ciudad... es ilógico. Las plantas SON. No hacen ni deshacen, EXISTEN y se adaptan a lo que venga. No alegan cuando se encariñaron con la señora que las vende en la tienda y llegan a otra casa, simplemente reciben lo que les da la vida. Eso mismo deberíamos hacer nosotros. Cuantos problemas nos generamos en nuestra mente. Estemos con actitud receptiva a todo lo bueno que nos quiera regalar la vida, y no pensemos en que perdimos, porque la vida nos da lo que nos tiene que dar en esta gran sinfonía. Estamos todos unidos, todos nos influenciamos.
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