miércoles, 18 de julio de 2012

LA ESENCIA DE LA VIDA: AMAR A TODOS

Para ser feliz en esta vida, sentirse amado, sentir que uno es parte de algo, y que uno es importante, es necesario generar vínculos afectivos con los demás. Pero no sólo con las personas de nuestro círculo de confianza, sino ser capaz de abrirse a conocer y darse a conocer a todas las personas que nos rodean. Dejar de ver a las personas como "una masa" y ver a los "ALGUIEN" como seres individuales. 


Cuando uno logra esto, es capaz de ser feliz en cualquier parte. No importa el territorio, el lugar, si encerrado o libre, si lejos o cerca, la mejor forma de encontrarse a si mismo, de sentirte EN tu lugar, es generando vínculos íntimos con las personas, conocer a los que nos rodean, con mayor razón si son distintos, piensan diferente, lucen extraños, o de realidades desconocidas. Al abrirse a las personas que se nos cruzan en nuestro camino, a las que normalmente no nos abrimos, nos sentimos nuevamente en casa, encontrados, con propósito.

Esto es muy importante porque si sólo nos sentimos seguros en nuestra casa y con nuestros amigos, se limitan mucho nuestras posibilidades de conocer realmente a Dios, de sentirnos AMADOS en cualquier parte, feliz en cualquier país, sentir que nuestra familia está donde estemos, con la gente que nos rodeamos. 


Cuando uno no genera vínculos íntimos con las personas con las que nos rodeamos, sentimos que hay algo mejor en otra parte, o que quizás hay otros lugares mejores con otra gente que preferiríamos, etc. Pero todo esto cambia rotundamente cuando nos damos la oportunidad de abrirnos y compartir con cada persona con la que nos topamos, porque es en ese momento cuando uno se da cuenta de que todo lo que uno podría soñar está AQUÍ, donde uno está. Toda esa gente maravillosa con la que uno sueña, superficialmente está en "otra parte" pero realmente, están ahí, al frente tuyo, disfrazados en una situación o en un cuerpo que aparentemente no corresponde con lo que uno quiere. 


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