domingo, 27 de mayo de 2012

VER CON ALGO MÁS QUE LOS OJOS


Percibo cosas que no puedo explicar con palabras, pero son más claras que las palabras porque ni siquiera admiten interpretación. Se cuando las plantas están felices y cuando no. Y la felicidad de las plantas es más sencilla que la nuestra, porque cuando no están felices, es porque algo en el entorno no está bien, y no porque ellas estén "pensando" mal, porque no piensan. Esto lo percibo mirándolas.... cuando están bien las veo sanas, como si interiormente brillaran (y no lo digo metafóricamente), y cuando están mal, se nota que están deprimidas. Con el tiempo he aprendido a distinguir que es lo que necesitan que les cambie. Ahora adivino de inmediato que les pasa, aveces no les gusta el macetero, u otras veces no les gusta el lugar donde las puse, pero a todas les encanta la lluvia. Hay planas más independientes y otras más sensibles que necesitan más atención. Y no digo atención de tipo "regarlas", sino que atención de darles importancia.


Con las personas con las que me relaciono, me pasa que las percibo como sol o como hoyo negro, sin que hablen, sino con su sola presencia. Bueno también están las personas que no están ni radiantes ni oscuras, sino dormidas, que sólo físicamente están despiertas, pero esas pasan desapercibidas para mi así que es otro tema. En fin, cuando están como sol, no me llama tanto la atención, lo veo como algo normal, pero si me llama la atención cuando las veo sin brillo (literalmente), como hoyo negro. Se les va el brillo de los ojos, y uno se siente ultrajado con sus miradas, como si te estuvieran sacando algo de ti. Da un poco de miedo o asco. Su presencia es "apestosa" y cuando se te acercan uno siente como si tuviera un hoyo negro al lado tuyo. Como yo percibo esto, me alejo rápidamente, pero algunas personas que no perciben nada y sólo confían en su mente y en las cosas racionales se quedan y luego no entienden porque se contaminaron con agresividad, irritabilidad, rabia, pena o desesperanza. Por eso yo cuando digo que una persona está luminosa es porque realmente la veo brillando a través de sus ojos, y cuando una persona está sin brillo es porque realmente la veo como que algo le falta (aunque esa persona esté intentando parecer simpática o feliz, y esté actuando, o incluso antes de que hable).

Para la gente de campo, o quienes viven en la naturaleza y no están tan distraídos de si mismos, todas estas percepciones son tan naturales y comunes como su propio nombre, pasan a ser algo llamado "sentido común", porque es un sentido, y bien común. Pero cuando uno empieza desde niño a creerle todo a la mente, a lo racional, a lo que puede ser comprobado con pruebas experimentales con parámetros que no tienen nada que ver con el verdadero lenguaje de la naturaleza y la intuición, el sentido de la percepción extransensorial se atrofia. Es por la misma razón, que las personas que viven en entornos naturales o alejados de la turbulencia de las ciudades saben cuales plantas curan tales afecciones, saben qué significan ciertos comportamientos de los animales, de las nubes, y lo creen absolutamente, porque saben muchos de los secretos de la naturaleza, debido a que nunca se les atrofió la percepción extrasensorial. No lo creen por ignorancia - como piensan los que se les atrofió el tercer ojo-, sino que creen en esto porque lo "SABEN" con esa certeza tan auténtica como lo que se sabe de corazón.

Yo sólo uso esta percepción ahora para relacionarme con la gente. A las personas que las veo sol, me acerco feliz y sin ninguna barrera ni defensa, pero a las personas que las veo oscuras, no me acerco y las evito. Pero, si por cualquier razón me tengo que relacionar con ellas momentáneamente, internamente me pongo defensas y no les abro mi corazón. Cuando yo no abro mi corazón, soy sincera, pero me relaciono con la otra persona no desde una relación tu a tu, sino tu a extraño. Es decir, expreso mi opinión sin detalles, en lo justo y necesario, doy respuestas estándar, no debato nada con esa persona, todo lo que me diga me entra por una oreja y me sale por la otra, mentalmente me estoy protegiendo, y bueno, como no se puede tener intimidad con una persona con estos parámetros, naturalmente terminamos por distanciarnos tan rápido como el agua y el aceite. En cambio con las personas que sí abro mi corazón, no pongo ninguna barrera, soy sincera, cariñosa, y abierta.

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