miércoles, 9 de agosto de 2017

Ser madre

Ser madre me llegó de sorpresa. No porque no lo esperara sino porque me cambió todo mi mundo. Encontrar mi pareja y quedar embrazada sucedió en menos de dos meses.  Me olvidé de todo mi mundo, de todas las definiciones de mi yo, de todo lo que yo había construido mentalmente sobre mi y mi vida. Yo, tal como lo sentía, y como me aseguré que los hechos lo confirmaran, era una exploradora, viajera por el mundo, hermosa, alta, atlética y delgada, espiritual, en busca de un constante sentido para darle a la vida. Sin nada que me atara nunca, me movía de un lugar a otro buscándole el propósito a mi vida, y hacia cursos de deportes extremos, y hacia amigos con quien filosofar de la vida. Y quizás lo mas significativo, como gobernada por el viento, nada me amarraba, siempre iba y venia con mis constantes sueños y objetivos. Me perdía y me volvía a encontrar. A veces ni sabía que hacia con mi vida pero interiormente me sentía ORGULLOSA. Me decía a mi misma...estaré perdida...estaré aburrida...estaré como sea que esté pero estoy viviendo en una carpa en AUSTRALIA. alias. .. no puedo estar tan perdida si ya estar haciendo algo tan fuera de lo normal me llena el alma de emoción y orgullo propio. Estaré loca... pero estoy en la mitad de la nada en la Patagonia en mi bicicleta intentando llegar a argentina. Estaré sola y asustada pero estoy en Quebec aprendiendo a hablar francés.

Y así me lo llevaba. Cada experiencia era así...y al final salia exitosa, con vida increíble, con amigos espectaculares. ..con historias loquisimas que viví y que me agrada contar.  Y todo todo todo, único y fuera de lo común. Algo que mas encima me daba mi sello distintivo.

Todas mis historias me confirmaban a mi misma mi inteligencia, mi valentía, mi capacidad de adaptación, mi locura, mi ser artístico, mi creatividad, mi atractivo, mi existencia como ser único e irrepetible en un mundo amplio delicioso para explorar.


Y ahora, ser madre, es el rol mas under rated del mundo siento. Ser madre es tan obvio, se da tan por hecho, que nadie considera (ni yo misma) una aventura por las constantes situaciones que uno tiene que pasar con un bebe. Todo el ENORME esfuerzo, noches improvisando para hacer dormir a un hijo, o ayudarlo a hacer caca, o ser de doctora y descifrar que le pasa. Uno muchas veces recibe gritos de decibeles fuera de todo espectro en el tímpano, patadas, pataletas en momentos no adecuados... y cuando uno por fin tiene agendada una cosita poca...una hora con una amiga. ..después de una semana de no haber visto a nadie...tu guagua justo ese día se rehúsa a meterse al coche y arruina tu junta o sencillamente tienes que cancelar.

Básicamente uno renuncia a tantas cosas por tu hijo que es el trabajo de un santo. Si alguien alguna vez hablo de madre teresa de calcula...de personas que viven de forma desinteresada o por los demás...sinceramente no veo ninguna diferencia entre una madre y un santo. Realmente no tienes tiempo para ti.

No he tenido tiempo ni de nutrirme de ese orgullo propio y autoestima que me acompañaba por tanto tiempo. .. no pienso en mi. Y me echo de menos.  Se que este tiempo dura poco,  y de verdad que no estoy alegando. Solo relatando que hoy tuve un flashback... me mire los pies mientras caminaba con con el coche...con mis zapatillas de trekking.  Me mire mi pelo ondulado por la humedad de Inglaterra... me mire la campera azul marino sobre mis manos bronceadas. .. y recordé quien era. Recordé que era una mujer llena de poder. Se me había olvidado... he escuchado tanto últimamente criticas...o sugerencias sobre como hacer las cosas con mi guagua... o tantas cosas en internet sobre lo que hay o no hay que hacer...y he estado tan en pareja... que hace muchos meses que no me nutro de esa soledad que me alentaba siempre y me nutria mi autoestima.  Que me recordaba quien yo era...lo que soy capaz de lograr...y la grandeza de mi ser.

Mi vida ahora es el día a día...vivirlo y gozarlo con este enanito al que respeto mucho porque eligió nacer de mi. Que cree en mi, y por eso, yo creo en el. Lo respeto aunque tenga menos de 6 meses... y siempre le tengo paciencia. Hay veces que estoy chata, pero sigo dando todo por el. Pero es lindo recordar quien soy. Conectarme con mi ser. Y sentirlo. ..fue una sensación tan exquisita que no la voy a olvidar.  No la puedo olvidar. El rol de madre te puede hacer olvidar de todo, pero uno tiene que volver a encontrarse y recordarse.

I AM WHO I AM.

1 comentario:

  1. Leerte Caro me hizo pensar que no soy la única que vive la maternidad y el puerperio como signo de transformación y cambio . Lo que si tengo muy claro es que aprendemos de nuestras propias sombras y que nunca volveremos a ser las mismas de antes
    Un beso y gracias

    ResponderEliminar