miércoles, 9 de mayo de 2012

SEGUNDOS ANTES DEL BIGBANG


Cinco…. Cuatro….. Tres……Segundos antes del BigBang, la pura conciencia universal, la nada material, sentía ansiedad. En cierta forma percibía todo su potencial de convertirse en algo tan grandioso como el solo hecho de poseer conciencia, y sin embargo, no podía imaginarlo, y por lo tanto, le costaba creerlo. Sabía que no podía mantenerse mucho tiempo inerte, porque esta conciencia existía como vida, en forma de energía creativa, inquieta, deseosa de convertir lo inconvertible, de transformar lo pequeño en grande, lo inmaterial en material, la nada en todo.
Esta conciencia universal estaba quieta, y muy ansiosa. Experimentaba mucho temor porque sabía que algo iba a ocurrir, cuando ella misma se desplegara, o su propia naturaleza se desplegara y no tenía idea como iba a salir todo. Temía por su propia vida. Quizás era mejor aguantar y no crear… Tenía tanto temor de lo que pudiera suceder una vez que la explosión ocurriera, se sentía tan responsable de tener que rendir bien, de demostrarse a si mismo que todo ese maravilloso potencial que creía tener se manifestara realmente, que hasta cierto punto prefería quedarse inmóvil.
Dos… Uno.
En este momento la conciencia universal ya era material. Simplemente era conciente de cómo suceso tras suceso fueron dando origen a este universo físico. En momentos todo parecía caos, pero siempre confió en que la vida misma de esa conciencia, siempre tendía al orden, a la creación, y no a la destrucción. La destrucción existía momento a momento, pero la base era la creación. Miles de partículas colapsaban entre ellas, la materia con la antimateria, explosiones, expansión. Todo parecía caos, y sin embargo, algo estaba ocurriendo, algo se estaba creando. Y no sólo al final, sino que momento a momento, algo existía que no había antes, en un estado latente de conciencia, de energía creativa encasillada.
Mientras el universo estaba creándose, su conciencia quedo repartida en cada objeto de la creación. Y el tiempo existía, pero era literalmente relativo, ya que no pasaba igual en todas partes, y además por la atemporalidad que experimentó la gran conciencia al estarse creando a si misma. Que hoy es la misma atemporalidad que percibe cualquier persona ensimismada en lo que crea. Porque heredamos la conciencia, de la misma conciencia que existió antes del Big Bang. 

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